Las víctimas palestinas ya superaron las 5.000 y el Estado comandado por el ultraderechista Benjamin Netanyahu continúa bombardeando sin tregua el territorio ocupado de Gaza, a la vez que aumentan también los ataques contra el territorio palestino de Cisjordania (que no está gobernado por Hamás). En los últimos 18 días, Israel lanzó 12 mil toneladas de explosivos sobre el territorio de la Franja de Gaza.
La intensificación de los bombardeos vino de la mano de la decisión de “atrasar” la invasión terrestre. El sionismo israelí y Estados Unidos, su principal aliado, temen que una invasión directa desate una guerra en toda regla contra las milicias chiitas relacionadas a Irán.
El ministerio de Salud de la Franja de Gaza comunicó que la cifra oficial de víctimas fatales supera ya los 5.800, entre ellos más de 2.300 niños. A esto se suman 16.200 heridos y el bloqueo de 12 hospitales y 32 centros de atención primaria que quedaron fuera de servicio por el bloqueo de combustible impuesto por Israel.
Las condiciones de vida en la Franja de Gaza ya son inhumanas. La falta de energía eléctrica, agua, alimentos, medicamentos e insumos sanitarios de primera necesidad es absoluta, dejando a miles de heridos sin posibilidad de atención y tratamiento. Esto ya generó una ola de enfermedades epidémicas que está haciendo estragos entre la población civil. Se reportaron más de 3.000 contagios de distintas enfermedades infecciosas en la Franja. De continuar el bloqueo humanitario israelí, las enfermedades podrían generar daños aún mayores que los bombardeos.