Entre el 9 y el 12 de octubre se realizaron las elecciones en la Universidad Nacional de Quilmes, en la cual se eligieron las conducciones de los tres Centros de Estudiantes (Sociales y Artes, Economía y Ciencia y Tecnología) y los representantes del claustro estudiantil en el Consejo Superior y departamentales. Alianza Universitaria (la pata estudiantil de la gestión) y la FUJA (La Cámpora, AU, MUI, y CEPA) retuvieron las conducciones de los centros y las mayorías en claustro. La izquierda, a pesar de haber perdido cierto porcentaje de votos, hizo una buena elección.
Para entender los resultados electorales es necesario contemplar algunos elementos de la coyuntura nacional. En primer lugar, las elecciones se dieron en el marco de un giro a la derecha en el escenario político nacional, marcado por el triunfo de Milei en las PASO y el ajuste hiperinflacionario del gobierno, donde las direcciones sindicales y de los movimientos sociales oficialistas, y los centros de estudiantes en manos del peronismo se jugaron con todas sus fuerzas a no levantar ningún reclamo, ni organizar o movilizar a los trabajadores y estudiantes. Pero también en el contexto de una semana particularmente “convulsiva”, donde el dólar una vez más rompió récords históricos, azuzado desde la extrema derecha y con un gobierno incapaz de tomar medidas en serio para frenarlo, generando una inmensa incertidumbre en la población. Esta escalada golpea más y más sobre los bolsillos de les trabajadores y jóvenes. Sumado a esto, los medios de comunicación replicaron una y mil veces la campaña internacional promovida por Israel demonizando el pueblo palestino, que fue seguido de una brutal masacre que al momento de escribir estas lineas todavía continua.
Mientras estos hechos se desarrollaban, ocupando el espacio público y las preocupaciones cotidianas de la población, en la UNQ regía una veda durísima impuesta por la gestión (que ocupaba todas las instalaciones de la Universidad), pero militada a ultranza por el kirchnerismo y la Franja Morada, en una suerte de frente único destinado a cercenar la democracia estudiantil. Un ensayo de la mentada “unidad nacional”. Esta veda antidemocrática y prohibitiva, cercenó y limitó el debate y participación estudiantil, generando que muchos estudiantes no supieran que se votaba dos veces (Claustro y Centros de estudiantes), pero fundamentalmente impidiendo contrastar las orientaciones de las distintas agrupaciones de cara al movimiento estudiantil.
La suma de una coyuntura reaccionaria y la veda estudiantil promovida por el peronismo y la Franja (con el objetivo de cerrarle el paso a la izquierda), dio lugar a una elección conservadora y permitió que Alianza Universitaria y la FUJA (La Cámpora, AU, CEPA, MUI) retuvieran las conducciones de los centros de estudiantes y la mayoría en los espacios de cogobierno de la universidad, a pesar de no haber movido un dedo por los reclamos o inquietudes del movimiento estudiantil, paralizando completamente los espacios estudiantiles. En el CECSEA por ejemplo, la única asamblea del año, impulsada por el ¡Ya Basta! y las organizaciones de izquierda votó un plan de lucha que la FUJA descaradamente desconoció para no enfrentar el ajuste del gobierno y defender nuestros derechos.
Por otro lado, la Franja Morada evidenció su nerviosismo durante todo el proceso electoral. En primera instancia negándose a participar del debate de candidatos a presidentes en el CECSEA, para evitar que se pusiera sobre la mesa su filiación a la candidatura de Patricia Bullrich a nivel nacional (acción en la que fue acompañada por el peronismo, en un acto completamente antidemocrático). Esta corriente viene “amenazando” con la conquista del Centro de Estudiantes de Economía y Administración, sin embargo esto solo queda en sus anhelos e ilusiones. En el CEEA quedaron bastante lejos de disputarlo como arengaban (Centro que es “su fuerte”). En el departamental de Economía que en 2021 habían logrado empatar con Alianza, también retrocedieron. En el CECSEA fueron relegados a un tercer lugar y perdieron un Consejero Superior.
La novedad de esta elección fue que, a propuesta del ¡Ya Basta!, por primera vez se logró un frente unificado del conjunto de las organizaciones de izquierda en toda la universidad. Frente que tuvimos el orgullo de encabezar en la Presidencia del Centro de Estudiantes de Sociales y Artes, obteniendo el segundo lugar. Consideramos un gran acierto político haber presentado, en las condiciones antes descritas, una alternativa unificada que posibilitó concentrar mayores esfuerzos en clarificar ante el movimiento estudiantil una salida que represente verdaderamente los intereses de les estudiantes y la defensa de la educación pública. Este frente se coronó con una buena elección, permitiéndonos retener y conquistar nuevas representaciones (se retuvieron las 3 secretarías en el CECSEA, conquistar una nueva secretaria en el CECYT, retener un consejero departamental en Sociales y conquistar un Consejero Superior).
Es que en esta situación no da lo mismo si presentamos una alternativa unificada, o si como venía sucediendo (por responsabilidad del FITU), íbamos divididos (cuestión que se evitó gracias a la propuesta y el desarrollo militante de nuestra organización). Esta nueva coyuntura y los tiempos que vendrán presenta desafíos para la izquierda donde se requieren esfuerzos unitarios en todos los ámbitos para enfrentar a la extrema derecha y el ajuste del gobierno. Es por eso que desde ¡Ya Basta! dimos la pelea para que este frente se concretara y seguiremos trabajando por realizar acciones de conjunto de cara al movimiento estudiantil y a nivel nacional con la refundación de la unidad de la izquierda en las elecciones y en las calles.
Los espacios del ¡Ya Basta! al servicio de la organización estudiantil
Desde el ¡Ya Basta! como parte de Estudiantes al Frente y de Izquierda hemos retenido nuestra secretaria en el CECSEA y conquistamos una secretaria en el CECYT. En Sociales y Artes desde el 2021 venimos construyendo la Secretaría por el Derecho a la Educación Pública, poniéndola al servicio de fomentar la participación y el debate en el movimiento estudiantil, organizándonos por nuestras demandas, como fue la pelea por el retorno del boleto estudiantil universitario. Este es el camino que profundizaremos en el CECSEA y también en esta nueva secretaría del CECYT, para los tiempos que se vienen donde la extrema derecha agita la voucherización de la educación y el cierre de organismos como el CONICET; y por otro lado, hay un ajuste permanente vía inflación de nuestros bolsillos y de los presupuestos en educación y salud más que nunca invitamos a todes les estudiantes a ser parte de estos espacios y dar la pelea en la UNQ y en las calles por la defensa de nuestros derechos.
Sumate al ¡Ya Basta!