Los días 14 y 15 de Octubre se realizó en Bariloche el 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. Intervención de Manuela Castañeira en la charla organizada por Las Rojas.
“Qué lindo recibimiento. Muy buenas tardes compañeras, compañeres, compañeros. Quiero que todos nos saludemos y nos felicitemos por estar protagonizando el 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersex y No Binaries. Este movimiento es un ejemplo mundial contra viento y marea en el punto del país que sea, recaudando fondos, haciendo rifas, juntando con la compañera del trabajo, organizándose con el sindicato, con su organización feminista, con su partido político.
Todas las mujeres y diversidades nos organizamos hace décadas para mantener este espacio y eso es una verdadera conquista, hay que decirlo y sobre todo en este momento. Así que un aplauso a ustedes, a toda esta plaza, a todo este encuentro que cada vez abraza más causas y ahora es plurinacional, como decía recién la compañera Marina. Otra también, que tiene un montón de encuentros encima. Ayer contaba que mi primer encuentro fue en Jujuy en el 2006 por Romina Tejerina y así hemos abrazado tantas causas hasta llegar a Furiloche, a abrazar a las compañeras Mapuche, que a su vez se hacen eco de todos los problemas y han mencionado, inclusive, desde el acto de apertura su solidaridad con el pueblo palestino. Es muy importante en un momento de tanto ataque de derecha alzar las voces con las que más sufren, las más atacadas, las más sensibles con esta temática y como ellas decían, le han sacado el miedo a todo, el miedo hasta a decir todo y a luchar.
Quería dejar una reflexión, un aporte, como dice Mari, que siempre estamos tratando de fortalecernos, de fortalecernos como movimiento. A nosotras nos parece que en este momento es clave, en el momento que estamos viviendo en el mundo, pero en la Argentina también, responder a los tantos ataques reaccionarios de derecha, mientras crece el discurso misógino que nos quiere llevar ya ni 10 años, ni 50 años, ni los 500 años atrás, hasta negar inclusive la brutal conquista de América. Y qué mejor lugar para decirlo que acá, desde Furiloche.
Ante esos sectores, pero también ante toda la brutalidad que está viviendo nuestra sociedad, nuestra clase trabajadora, nuestro movimiento feminista. En esta situación económica agobiante, que en el día a día se vive como una hiperinflación, que el salario no alcanza para nada, que están desmantelando todos los hospitales por falta de presupuesto, que nuestras compañeras trabajadoras de salud organizan por abajo redes para resolver los problemas de las víctimas de violencia que llegan a los hospitales, que son cada vez más por toda esta situación.
Para todos esos problemas, compañeras, este encuentro nos tiene que servir para organizarnos, para pelear en la calle. Así como conquistamos el aborto legal y no vamos a ir ningún paso atrás sin pelear. Así como la marea verde demostró en el país del Papa Argentino, donde decían que las fuerzas políticas estaban en contra, que el Senado, que era imposible. Nosotras organizamos un millón de personas, la solidaridad de una sociedad entera de distintos sectores de la clase trabajadora, una gesta histórica para conquistar nuestro derecho.
Esa enorme lección es también la fortaleza que tiene que servir ahora para saber que la calle es nuestro lugar, que ahí vamos a defender el aborto legal, ahí vamos a defender la ESI, ahí vamos a enfrentar el ajuste, ahí nos vamos a solidarizar con el pueblo palestino también, que ojalá surja una jornada mundial que nos una en la calle para demostrar lo que significa querer parar un genocidio. Ahí vamos a estar.
También tenemos que estar en nuestro lugar para defender las experiencias de organización contra las distintas burocracias sindicales, como se viene de protagonizar el Sindicato recuperado de Docentes de las compañeras de Córdoba, un ejemplo para la clase trabajadora argentina, que están acá. Y en la calle también construir la solidaridad con compañeras de otros países, de manera internacionalista, como la experiencia acá de las compañeras de Estados Unidos, que van a hablar y van a contar toda la lucha que están dando.
Y eso es todo. Compañeras, compañeres, compañeros, gracias por siempre darme lugar para darles palabras, por abrazarnos tanto en la lucha. Estos espacios nos hacen sentir que tenemos mucha fuerza para luchar cuando venimos al encuentro de mujeres. A veces en el día a día, con tanto discurso reaccionario, sentimos que estamos solos o solas, porque todo es muy difícil, pero cuando nos juntamos en las calles y venimos acá, sentimos la fuerza de que realmente podemos transformarlo todo.
Así que compañeros, compañeras, tengo un último mensaje para Connie y Rochelle, que ahora nos van a dirigir la palabra y que espero que nos hagan sentir que cumplimos con nuestro compromiso con la clase trabajadora, con el feminismo, con el ecologismo, con el antiimperialismo que todos compartimos y que nos lleva a toda Latinoamérica y América, para cambiar el mundo.
Porque no estamos solas y necesitamos sentirnos cada día más cercanos. Así que gracias por venir y espero que se sientan muy bienvenidas.
En todos los idiomas se lucha, se solidariza, se construye y se avanza; compañeros y compañeras. Un fuerte abrazo y que siga la actividad con las palabras de las verdaderas protagonistas de las enormes luchas. Tenemos un panel de honor, quédense todos para escuchar a quienes en el día a día están cambiando todo. Muchas gracias”.