Logró derrotar a la candidata Luisa González, del correísmo, quien había sido la candidata más votada en la primera vuelta, a casi diez puntos de diferencia de Noboa.
Sin embargo, aunque González logró capitalizar en parte el descontento social por la profunda crisis social y económica que atraviesa el país, la derecha también pudo hacerse eco de la crisis instalando un discurso duramente represivo frente a la inédita avanzada del crimen narco en el país.
Además, Noboa contó a su favor con su perfil relativamente «outsider» de la política, en un país cuyo actual presidente, el banquero Guillermo Lasso, debió adelantar las elecciones y disolver el parlamento para no salir eyectado por un juicio político.
La carrera política de Noboa sólo cuenta con dos años como asambleísta en la Asamblea Nacional. Sin embargo, como suele ocurrir con otros «outsiders» de otros países, pertenece al riñón del poder. Su padre, el magnate Álvaro Noboa, fue durante largos años el hombre más rico de Ecuador, e incluso fue candidato a presidente en numerosas oportunidades, pero nunca logró salir victorioso.
El contundente triunfo de González en la primera vuelta no dejaba de ser una ventaja relativa, ya que la suma de las distintas variantes a la derecha o incluso ultraderecha del espectro político habían acumulado la mayoría de los votos.
Al 23% que cosechó Noboa en la primera vuelta, para este balotaje se le sumaron gran parte del 17% del centro-derechista con perfil «anticorrupción» Christian Zurita, reemplazante del candidato asesinado en plena campaña Villavicencio, más otro 15% que recolectó el ex soldado Jan Topic, un candidato de ultraderecha que hizo campaña con las políticas represivas y autoritarias del presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
El gobierno de Noboa -que asumirá en diciembre- tendrá un carácter más bien de «centroderecha». El país se encuentra endeudado con el FMI, con 30% de pobreza y un despliegue como nunca del crimen organizado producto de la crisis social en combinación con su economía dolarizada, que le ofrece a los narcos una mayor facilidad para sus operaciones de entrada y salida de dinero del país.
Noboa intentará redoblar las políticas de ajuste en combinación con políticas represivas, bajo la excusa de combatir al narcotráfico. Sin embargo, el pueblo ecuatoriano viene de protagonizar dos importantes revueltas populares en 2019 y 2022, y no ha sido derrotado.
Noboa deberá completar los 17 meses de mandato que restaban al actual presidente Guillermo Lasso, luego de lo cual deberán realizarse nuevamente elecciones.