Sergio Massa participó del Encuentro Federal Pyme organizado por la CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa). Se trata en realidad de un encuentro plenamente patronal. Bajo el nombre de “medianas empresas” se esconden patronales que ganan millones de pesos (y dólares) al año en sector claves de la industria argentina. Se calcula que hasta el 50% de la mano de obra empleada en el país lo hace dentro de las mal llamadas PyMEs.
“Desde el lunes las exportaciones PyME tienen un incentivo de ingreso de Contado con Liquidación del 25%, para poder garantizar mayor volumen y flujo de ingreso que acelere el proceso de exportaciones argentino” anunció en el marco de dicho encuentro. Esto significa en concreto que las empresas exportadores podrán cambiar el 25% de los dólares provenientes de la exportación al valor del Dólar Contado con Liquidación (superior a los 800 pesos por dólar) en vez del valor del dólar oficial (menos de 400 pesos por dólar). Las nuevas exportaciones estarán además exentas de impuestos internos.
Con las patronales y contra los trabajadores
Este incentivo, como lo llamó Massa, implicará ganancias millonarias para las empresas exportadores. Además, permitirá que esas empresas continúen especulando y beneficiándose con la corrida cambiaria que está en curso y debilita cada día al peso argentino. Mientras tanto, los trabajadores de esas mismas empresas continuarán cobrando salarios devaluados por la corrida y la inflación. Un alevoso contraste que demuestra al verdadera afinidad política de Massa con los empresarios, no con los trabajadores.
Además el candidato oficialista remarcó la ya anunciada medida de “blanqueo laboral”. Mediante la misma se establece que “en los próximos dos años cada empleo nuevo que generen [las empresas] no pagará cargas sociales”. Pero esto no es un incentivo al “blanqueo” sino simplemente un regalo para las patronales negreras que se niegan a pagar las cargas sociales que establecen las leyes laborales.
Tal parece que el candidato oficialista está más preocupado por adoptar las propuestas de Milei y Bullrich (reformas anti – laborales y reformas tributarias regresivas) que por enfrentarlas.
En esa dirección, Massa les prometió a las patronales una reforma tributaria con “simplificaciones” de la mano de una reducción de impuestos de hasta el 30% en las operaciones medidas por la futura moneda digital. No significa otra cosa que reducir impuestos a los grandes ganadores de la crisis argentina: los empresarios que hacen millones con la inflación en pesos y la especulación en dólares.