Con ese cántico que recorrió las calles y todos los lugares públicos de todo el país, los pasillos del Juicio a las Juntas, se sintetizaba la convicción y seguridad con que las víctimas sobrevivientes, familiares, trabajadores/as, jóvenes y quienes se plegaron espontáneamente a sus reclamos de Justicia, sintetizaron su respuesta a los ejecutores del genocidio y sus defensores, cuando éstos ya estaban “en picada”. Los defensores en ese momento estaban en franca minoría y con la guardia baja. También lo hizo suyo al festejar, cantando esa consigna, el fallo de condena a los represores de Campo de Mayo, el papá del “Negrito” Floreal Avellaneda, apresado y torturado a los 15 años, que apareció su cuerpo atado de pies y manos en las costas uruguayas en mayo del 76.
¿Cómo es que han podido levantar cabeza? ¿Cómo es posible que después de más de 40 años de lucha ininterrumpida, con sus avances, sus estancamientos, sus pasos de tortuga a veces, pero siempre en la misma dirección, hoy una fórmula presidencial reivindique en nuestra cara el genocidio?
Es duro escucharlo, más duro aún pensar que puedan gobernar el país desde el máximo organismo del Estado. Pero con la misma dureza debemos analizarlo.
De ese cántico, que no fue sólo eso, sino una voluntad firme y consecuente de echar a los milicos y sus secuaces y que pagaran por ello, hubo otros pasos desde la clase gobernante y sus aliados trabajando en contra. Nunca lo pudieron decir claramente como lo dicen ahora desde LLA, pero pusieron mil y una piedritas en el camino para que los juicios no avanzaran, no cuestionaran a las FFAA como institución, lo mismo a la jerarquía de la Iglesia. Y, sobre todo y por encima de todo, a los dueños y señores del dinero, de las ganancias capitalistas desde todos los puntos cardinales. Que fueron los pioneros que organizaron el golpe genocida junto a los amos capitalistas del Norte.
Contra estas y otras provocaciones, debemos organizarnos con la más amplia unidad de acción en las calles
“Estudiantes y docentes del Bachillerato Popular Marielle Franco de Villa Lugano denunciaron hoy que su sede fue vandalizada con frases alusivas a la última dictadura cívico militar y remarcaron que sus expresiones tienen ‘contenido de odio político y machista y de reivindicación a los genocidas’.” “(Página 12, 3/10/23)
Una provocación más, en este caso a la memoria de la emblemática luchadora por los derechos lgbt de Brasil, cruelmente asesinada.
La situación ha cambiado. Nos están torpedeando. No nos podemos ni quedar callados, ni solamente denunciarlos. Eso, desde ya, hay que hacerlo. Pero es insuficiente.
Hay que pasar de las palabras a los hechos. Hay que trabajar, junto con los organismos, las personalidades, la juventud que les atacan los colegios, los espacios en las universidades, las mujeres, debemos contestar a estas perversidades que intentan que calen hondo en un sector de la sociedad para “dar vuelta atrás” lo conseguido, no sólo en los hechos contantes y sonantes como los condenados, los nietos recuperados, sino también en lo conquistado en la conciencia social de las mayorías populares.
Logramos la comprensión común de que fue un genocidio en la Argentina y que hay que seguir por más Memoria, Verdad y Justicia. Quieren borrar esa conquista de la faz de nuestro país.
Tenemos que subir unos decibeles la pelea constante para que no lo logren. Tenemos que contestar con más repudios unitarios, en las calles, frente a los organismos de la Justicia y de todo el Estado para frenar estos ataques a nuestra Memoria que, más temprano que tarde, se pueden transformar en ataques a nuestras libertades democráticas, logradas con inmensos sacrificios.
¡No pasarán!
¡Por más Memoria, Verdad y Justicia!
¡Por la más amplia unidad de acción de todos/as los/as que levantamos bien alto la lucha contra el genocidio y la condena a todos sus responsables!
