La inflación de agosto llegó a 12,4%, siendo la primera vez desde 2002 que una variación mensual de precios supera las dos cifras. La variación interanual ya es de 124,4 % y la inflación acumulada del año es de 80,2%.
Alimentos, el rubro que más subió
Los que esperan que las leyes de oferta y demanda alguna vez beneficien a los trabajadores van a tener que seguir esperando. Los alimentos aumentaron en agosto un 15,6%. Como todo rubro primario, sube por encima del promedio. Si hace unos meses se hablaba de una inflación interanual de 200% ahora nos encontramos en una situación incluso peor. Los rubros de salud y electrodomésticos para el hogar siguieron en el podio, con 15,3 y 14,1% respectivamente.
La devolución del IVA no alcanza
Esta claro que la devolución del IVA es totalmente insuficiente, ya que sólo cubre a los alimentos de la canasta básica alimentaria, quedando fuera la gran mayoría de los rubros de consumo popular. Además, esta medida paliativa no se ha compensado con más impuestos a los ricos. Con lo cual, el gobierno recaudará menos y ajustará, en consecuencia, el salario indirecto de los trabajadores.
Sin mencionar que está muy lejos de abarcar a todos los trabajadores. La devolución del IVA será para los trabajadores en blanco, jubilados y monotributistas. Notoriamente, quedan afuera uno de los sectores más golpeados: los trabajadores en negro.
Devaluación y capitalismo decadente
Claramente la devaluación posterior a las PASO movió la aguja de los precios por encima de lo «convencional» para los estándares que maneja la economía argentina. Los rubros que tienen precios en dólares, ya sea por mera voluntad de las patronales, como es el caso de alimentos, o por cuestiones estructurales como es el caso de salud, son los que más subieron. Sobre esta escalada de precios se «justifica» nuevamente otra futura devaluación, continuando un ciclo de nunca acabar, pero que además tiene un trasfondo estructural.