Los docentes de la Multicolor, de la que es parte la corriente docente Carlos Fuentealba, exigen la reapertura de la paritaria en la provincia y denuncian el ajuste de Kiciloff. El gobernador, con la complicidad de SUTEBA, había anunciado un aumento del 10% sumado al ya acordado del 15% para septiembre. Esto, después de la devaluación del 14 de agosto, que disparó los precios en todos los rubros. A eso le suman un «bono» de 30 mil pesos para los docentes que no lleguen a los 400 mil pesos. Pero ese bono es a cuenta de la paritaria próxima, en octubre, por lo que es un descuento de salarios futuros cuando nadie espera que la inflación no siga creciendo.
Además, en la Ciudad de Buenos Aires el gobierno ofreció un miserable aumento del 15%.
La Celeste pretende hacer pasar un acuerdo miserable. Según los datos oficiales del INDEC, la canasta básica de julio en la Ciudad de Buenos Aires fue de 384 mil pesos. Antes de la devaluación y la disparada de los precios. Es decir que, según el gobierno nacional, una persona que cobra menos de ese monto está condenada a mantener a su familia por debajo de la línea de pobreza. Y el aumento ofrecido en CABA apenas supera los 210 mil pesos por cargo testigo. Pero en realidad el acuerdo es mucho peor, porque ese monto básico es una suma técnica que no contempla un montón de gastos esenciales como por ejemplo el alquiler de la vivienda.

El paro opositor tiene amplia adhesión pese a la traición oficial de las conducciones de SUTEBA y UTE.
Los docentes trabajan cada vez más horas para poder llegar a fin de mes. Se tienen que hacer cargo de cientos de pibes con jornadas extensísimas, por encima de lo pedagógicamente recomendado. Docentes con más 20 años de antigüedad se ven obligados a buscar cargos u horas porque la plata no alcanza, los docentes más jóvenes tratando de tomar algún curso y terminan aceptando cualquier plan flexibilizado, sin estabilidad, con menos derechos y menor sueldo.
Es moneda corriente que se hable de la crisis educativa. No pasa un año sin que los “cerebros” de los ministerios y todo charlatán que se cruce un micrófono no propongan nuevas reformas educativas de lo más disímiles. Todas las propuestas tienen un solo elemento en común, dejar toda la estructura educativa como está y avanzar en la precarización y sobrecarga de trabajo de los y las docentes.

Los gobiernos del Frente de Todos y de la Ciudad de Buenos Aires siguen ajustando a la educación y responsabilizando de la crisis educativa a los docentes. Es su política de destrucción de la educación pública la que le abre el camino a monstruos como Milei, enemigo explícito de los docentes y las escuelas.
La jornada de lucha de hoy culmina con un acto frente al Ministerio de Educación, en Palacio Pizzurno, en la Ciudad de Buenos Aires.