El FMI concretó el desembolso de 7500 millones de dólares a la Argentina. Se trata de fondos, que, según el acuerdo, deberían haberse girado en trimestres anteriores. Es dinero que eventualmente se usará para pagarle al mismo organismo luego de seguir implementando ajuste tras ajuste. Todo esto gestionado por quienes dijeron que no iban a pagarle al Fondo con el hambre de la gente.
Desde el FMI declararon que «desde la finalización de la cuarta revisión, los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas». En un claro acuerdo político con Massa de ceder frente a su argumento de la sequía, pero a cambio de más y más ajuste. Que se reconozca o no el problema de la sequía a lo sumo dilata la misma deuda impagable, que no parece ser el caso.
Esta situación, de desfalco y sumisión al imperialismo yanqui, no es desconocida por Massa, quién afirmó que “la hipoteca la seguimos teniendo”. Claro que esto fue dicho sin cuestionar para nada la legitimidad de la deuda. Para este gobierno, contra el FMI y los especuladores no hay nada que hacer, sólo pagarles las deudas.
El Fondo también habilitó al gobierno a poder intervenir con más dólares en los mercados de divisas para mantener a raya los tipos de cambio. Esta es una política económica que solo implica una transferencia de dólares hacia los empresarios, compra tiempo. Pero la devaluación es inevitable en estas condiciones.
El destino del desembolso, las prioridades del gobierno
De los 7500 millones desembolsados por el FMI, 582 millones irán a la cancelación del préstamo puente que había otorgado Qatar. Otros 1000 millones se pagarán este viernes al Banco de Desarrollo de América Latina, un prestamista de última instancia. Unos 2890 millones fueron transferidos en yuanes y se utilizarán para reponer el dinero del swap con China. El resto se usará para mantener los diversos mecanismos de flotación sucia que implementa el gobierno y pagar futuras cancelaciones de deuda. La salud, la educación y las obras públicas seguirán esperando.