UOM Río Grande: Martínez y Furlan entregaron la paritaria

Después del duro golpe que significó tener los salarios congelados por dos años y una pandemia mundial en el medio que las patronales aprovecharon para avanzar en conquistas, los metalúrgicos empezamos a levantar la cabeza durante el año 2022 consiguiendo un aumento salarial que terminaría siendo insuficiente debido a la profundización del ajuste inflacionario que impusieron el Gobierno y las Patronales.

La paritaria del 2023 arrancó con el acuerdo que firmó la UOM nacional del 18% sobre marzo para cobrar 10% en abril y un 8% en mayo, con revisión en junio. A mediados de mayo ya se empezaba a percibir cómo la inflación ajustaba cada vez más a los bolsillos de los trabajadores, dejando los salarios cada vez más por detrás de las necesidades básicas. A esto se sumaron varios ataques a los derechos conquistados de los trabajadores, como la quita de transportes y comedores, la desvinculación arbitraria a empleados contratados de varias fábricas para que no ejercieran el derecho a elegir delegados. Con la lucha se logró torcer el brazo de la patronal Mirgor, conquistando la elección de delegados, pero el transporte y el comedor no se recuperaron.

En junio la UOM local propuso un plan de lucha para pelear por un 10% de aumento que compense lo que se habría perdido en el acuerdo trimestral. A lo que los trabajadores sumaron como consiga que se acaben los contratos basura y se mejoren las condiciones laborales. Ante esto, el gobierno provincial dictó 3 conciliaciones consecutivas con el objetivo de evitar las luchas, conciliaciones que fueron acatadas por el gremio.

A nivel nacional la directiva de Furlán reclamó para la paritaria un 10% en Junio como revisión del trimestre anterior, un 30% dividido entre los meses Julio, Agosto y Septiembre, más un bono de $ 60.000 por el Día del Metalúrgico y también en algunas declaraciones “no oficiales” circuló el reclamo de un 30% para las zonas desfavorables.

Las patronales rechazaron el pedido durante varias reuniones realizando contrapropuestas muy distantes de lo solicitado, la bronca por abajo contra la intransigencia patronal se empezó a expresar en las fábricas, frente a este descontento y para evitar desbordes la UOM nacional largó el 14 de Julio en el marco del Congreso Regional en Córdoba un Plan de Lucha que arrancaba el martes 18 con un paro nacional desde las 10 hs con movilización en la Ciudad de Buenos Aires a las oficinas de Techint en Puerto Madero, continuaba con un paro de 48 para el jueves 19 y viernes 20, terminando con un paro de 72 hs entre los días del 26 al 28 de julio.

A nivel local vencida la conciliación y enterados de que AFARTE seguía rechazando otorgar el aumento se decidió en asambleas de fábrica ir al paro por tiempo indeterminado a partir del lunes 17, adelantando en los hechos el Plan de Lucha nacional.

El paro del martes 18 fue masivo en todo el país y en la marcha de Bs As se juntaron miles de metalúrgicos cantando “queremos aumento lpqlp”, sin acuerdo en la reunión del miércoles, el jueves y viernes se volvió a parar en todo el país con la novedad de la aparición de piquetes de delegados, activistas y trabajadores en las puertas de fábrica y accesos de parques industriales que mostraron un cambio muy importante en las bases del gremio que después de muchos años es protagonista de una acción de lucha colectiva contra la patronal, al mismo tiempo en nuestra seccional el paro duró toda la semana completa.

Previendo que el conflicto escalara a nivel nacional adquiriendo un carácter más político el Ministerio de Trabajo dictó una insólita conciliación obligatoria en horas de la noche del jueves para que se cumpla a partir de las 17 hs del viernes, esta decisión dejó en claro que el gobierno quería frenar la posibilidad que se cumpliera con el paro de 72 hs ya programado.

Furlán y la nueva conducción de la UOM que está alineada políticamente con el gobierno peronista acató la conciliación obligatoria sin preguntar ni consultar a las bases, dejando en claro que la burocracia sindical puede motorizar alguna lucha pero que en el fondo son un factor fundamental para la estabilidad, garantizando el control de los trabajadores cerrando acuerdos con la patronal y el gobierno evitando que la “sangre llegue al río”.

A nivel local la UOM obedeció las órdenes de Furlán y también sin consultar a los trabajadores decidieron acatar la conciliación, el domingo 23 avisaron por whatsapp que se debía retornar a los puestos de trabajo para que de esa forma AFARTE pudiera “sentarse a dialogar” – método de extorsión clásico- con los representantes gremiales. Situación que empujó a los trabajadores a organizarse el lunes a primera hora de manera independiente y autoconvocada, entendiendo la decisión de levantar el paro como una traición a la decisión inicial. Se paró la producción en casi la totalidad de las fábricas: BGH, Grupo Mirgor, Electrofueguina, Carrier, FAPESA (Phillips), Solnik (exceptuando Radio Victoria y Famar, donde directamente los delegados se borraron para no garantizar una asamblea).

El lunes finalmente la UOM nacional firmó un acuerdo salarial para las ramas metalmecánicas que consiste en un aumento acumulativo por el trimestre del 20% en julio, 9% en agosto y 9% en septiembre. A esto se suma un bono de 60 mil pesos para cada trabajador por el Día del Metalúrgico que se pagará en dos cuotas de 30 mil pesos con los sueldos de agosto y septiembre. Además, las partes acordaron que en el último trimestre de 2023 los metalúrgicos cobrarán un piso de aumento salarial del 7% mensual a cuenta de lo que marque el índice de precios al consumidor de cada período.

Enterados que para Río Grande AFARTE ofrecía el mismo acuerdo, volvió a calentarse el ambiente y en las asambleas de fábrica los trabajadores votaron mayoritariamente rechazar el acuerdo y mantenerse en asamblea permanente, exigiendo a la conducción de Martínez la continuidad de la lucha por un aumento que mejore sustancialmente los bajos salarios percibidos que no cubren la canasta familiar en la ciudad que ya supera los $ 400.000.

Luego de 3 días de medidas sostenidas por los trabajadores que presionaron a sus respectivos delegados para que pararan las plantas, se evidenció la orden de quebrar la unión y la lucha amenazando con despidos y la intervención de la UOM por el Ministerio de Trabajo nacional y la UOM nacional. Amenazas que los propios delegados comunicaban a los trabajadores sin la intención de defender tal atropello. Con esto la seccional entregó la decisión de cerrar el mismo acuerdo que Nación, salvo una suma no remunerativa, por única vez de 40mil pesos correspondiente al mes de Junio.

Una verdadera vergüenza, se consumó así la entrega de la lucha y la sumisión de la Seccional a la UOM Nacional, los metalúrgicos de Río Grande no deben aceptar que vuelvan las épocas del verticalismo de la burocracia sindical de Lorenzo Miguel y el peronismo de derecha, hay que defender la tradición independiente, antipatronal, antiburocrática y de lucha que siempre fue un orgullo de los metalúrgicos fueguinos.

Desde los metalúrgicos de la Corriente Sindical 18 de Diciembre les enviamos un fuerte abrazo y felicitaciones por la ejemplar lucha que han dado y nos comprometemos a acompañar y ayudar en las luchas que seguirán contra la patronal por el salario y la efectivización de los contratados. La “grieta” de la conducción con las bases ya no tiene vuelta atrás, se hace urgente y necesaria una recomposición de las fuerzas de activistas y trabajadores que quieren un gremio de lucha para presentar una alternativa en las elecciones de delegados y la propia seccional, el sindicato es de los trabajadores, ni de Martinez Ni de Furlán.

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