Ignacio Torres, un joven candidato de 35 años ligado al Pro será el próximo gobernador de la provincia patagónica que venía de dos décadas de gobiernos peronistas. Sin embargo, su triunfo fue bastante ajustado, a menos de 2% de diferencia del candidato del oficialismo,  Juan Pablo Luque.

El peronismo chubutense venía de años de deterioro político, habiendo aplicado un durísimo ajuste contra estatales y docentes, así como defendido a capa y espada el negocio de la minería a pesar del amplio rechazo popular que dio lugar a una rebelión provincial.

Claro que Juntos por el Cambio no representa ninguna salida progresiva en torno a todos estos temas, sino todo lo contrario. Pero su triunfo se explica por haber capitalizado políticamente la crisis política oficialista.

En tercer lugar quedó César Treffinger, aliado provincial de Milei, con el 13,2%, mejorando un poco las pobres performances electorales de los candidatos «libertarios» en otras provincias, pero muy lejos de la disputa entre las dos principales coaliciones. En cuarto lugar se ubicó la izquierda del FIT-U, que llegó al 4,3%.

A pesar del triunfo de la alianza macrista, ni el ala de Bullrich ni la de Larreta pudieron adjudicar nítidamente el triunfo para su bando. Ambos candidatos nacionales se hicieron presentes en la provincia para intentar capitalizar el triunfo, pero no consiguieron que Torres le brindara el apoyo explícito a alguno de ellos. A solo dos semanas de las PASO, la dinámica de la interna cambiemita sigue siendo una incógnita hasta para sus propios protagonistas.