Uno de los detenidos por el brutal crimen de la concejala de izquierda Marielle Franco confesó su participación en el crimen mientras que otro sospechoso también fue detenido.

La confesión vino de parte de Élsio de Queiroz, un expolicía militar que se encuentra preso desde 2019 y que se lo acusa de ser quien conducía el vehículo desde donde los asesinos asesinaron a Marielle y a su chofer, Anderson Gomes, así como hirieron a una asesora.

La justicia llegó a la confesión ofreciendo beneficios penitenciarios para Queiroz, quien se encuentra a la espera del juicio.

En su declaración, Queiroz confesó que fueron él y otro exagente y vecino de Bolsonaro Ronnie Lessa quienes acribillaron a Marielle y a su chofer. También confirmó que se trató de un plan que fue orquestado por lo menos durante un año hasta su ejecución, en el que están implicados agentes de distintas fuerzas policiales. Según el Ministro de Justicia de Brasil, la confesión de Queiroz también implicó a otras personas, pero aun no se conocen sus nombres.

Otra de las personas nombradas por Queiroz es Simoes Correa, un exbombero que fue detenido este mismo lunes, y que ya había sido condenado a cuatro años de prisión en este mismo caso, por «obstrucción a la justicia». Sin embargo, transitaba su condena en libertad.

Correa habría sido el encargado de realizar la tarea de inteligencia que implicó seguimiento y vigilancia sobre los movimientos de la concejala del PSOL y activista LGTB. En un principio, según detalló Queiroz, Correa estaría arriba del auto el día del asesinato, pero finalmente fue reemplazado por él. De todas formas, la justicia destacó que Correa jugó «un papel importante» sin el cual no podría haberse llevado adelante el crimen.

A pesar de estos avances, poco se avanzó todavía sobre los autores intelectuales del crimen de Marielle. Según el Ministerio de Justicia, la investigación entra ahora en una «nueva fase» destinada a hacer estas averiguaciones, pero más de cinco años después del asesinato por ahora sólo hay promesas.