Introducción
El Poder Ejecutivo Nacional, presidido por Alberto Fernández, envió recientemente al Congreso el proyecto de ley del presupuesto del Estado Nacional para el año 2022. En el mismo se desnuda la verdadera política económica del gobierno: en lugar de defender a los más débiles “contra los vivos”, Alberto profundiza un ajuste brutal para pagarle al Fondo Monetario Internacional. La situación de la educación superior es de un tremendo recorte presupuestario.
En el presente informe del ¡Ya Basta! se analizará el proyecto de presupuesto del gobierno para desnudar su política de ajuste a la educación. La conclusión es contundente: el gobierno de Alberto Fernández aprovechó la cuarentena y la virtualización de la educación universitaria para imponer un ajuste del presupuesto real de las Universidades Nacionales para 2022 del 26% con respecto al año 2020. Cinco Universidades tendrán un ajuste de más del 30% de su presupuesto, incluyendo a la Universidad de Buenos Aires, la más importante del país. Quieren hacer con la educación superior lo mismo que hicieron con los salarios de los trabajadores, destruirla. Una segunda conclusión de este informe es que el ajuste no es una “redistribución” de fondos entre instituciones educativas, que “favorece” a algunas en detrimento de otras.
Lisa y llanamente es un ataque a todas las Universidades del país. Cualquier estudiante de nivel superior que busque su universidad en este informe puede verificar este hecho.Incluso comparando con el presupuesto de 2016, el primer año de gobierno de Mauricio Macri y en el que el macrismo llevó a cabo un fuerte ajuste educativo, hay un derrumbe presupuestario: una caída del 23%. Estas cifras hablan de un ataque profundo a la educación pública, que tiene el objetivo de poner a toda la economía del país al servicio del pago de la deuda externa y del acuerdo con el FMI, poniendo en juego el futuro de cientos de miles de estudiantes y en riesgo el trabajo y los salarios de miles de trabajadores y trabajadoras de la educación.
Este informe está dividido en dos partes. El primer punto es metodológico, explicando cada paso matemático y estadístico que hemos llevado a cabo para llegar a las conclusiones mencionadas. Quienes lo deseen pueden saltearlo e ir directamente al segundo punto, que es el análisis de los datos y las conclusiones finales. También pueden consultar el informe gráfico interactivo del presupuesto y la tabla donde están contenidos los índices utilizados y calculados y los presupuestos de cada Universidad Nacional.
Inflación y presupuesto, una aproximación metodológica
Vivimos en un país con una altísima tasa de inflación, con un promedio de más del 40% anual en los últimos años. Esto, desde el punto de vista presupuestario, significa que año a año se licúan los fondos con los que cuentan los organismos públicos: pueden comprar muchísimos menos bienes y servicios, y pagar menos salarios que con el mismo presupuesto del año anterior. Esto significa que, sólo para mantener el poder adquisitivo de los organismos públicos, cada presupuesto anual tiene que venir con un importante aumento en términos nominales.
La inflación es el aumento generalizado de los precios de una economía en un período de tiempo determinado. Como es imposible conocer los precios de todos los bienes y servicios de la economía en un momento del tiempo y compararlos de conjunto con los precios de esos mismos bienes y servicios en otro momento, el INDEC calcula una “canasta de bienes y servicios”, considerando las mercancías más consumidas por las familias argentinas y comparando esa canasta a lo largo del tiempo.
Para establecer la comparación, se construye el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Un índice es una forma sencilla de comparar distintos números y que el resultado pueda interpretarse de manera intuitiva. Para el presente informe hemos tomado los datos de inflación de los años 2017 a 2020 del último informe anual del Índice de Precios al Consumidor publicado por el INDEC el 11 de noviembre de este año[1]. Para calcular el IPC de cada mes, se utiliza la siguiente fórmula:
Para este informe hemos tomado como base diciembre de 2016. La tasa de inflación anual de determinado año se calcula comparando el IPC de diciembre de ese año con respecto al IPC de diciembre del año anterior. Cómo porcentaje se calcula de la siguiente manera:
Para los años 2021 y 2022, hemos considerado la expectativa de inflación relevada por el Banco Central de la República Argentina en su Informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado de octubre de 2021, publicado el 5 de noviembre[2].
Los datos del Índice de Precios al Consumidor, y de la tasa de inflación, teniendo en cuenta, como hemos mencionado, que para los años 2021 y 2022 son estimaciones, son los siguientes:
Año | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 |
Tasa de inflación | –[3] | 25% | 47% | 53% | 34% | 50% | 49% |
IPC | 100 | 125 | 184 | 281 | 377 | 567 | 844 |
Teniendo en cuenta estos elevados niveles de inflación, para poder analizar y comparar los presupuestos de las Universidades Nacionales año a año es necesario recurrir al concepto de presupuesto en términos nominales y reales. En economía y estadística, cuando hablamos en términos nominales nos referimos a la cantidad de dinero, pesos, sin ningún tipo de cálculo o análisis posterior. El presupuesto nominal de una Universidad es, directamente, la cantidad de pesos que la Ley de Presupuesto le asigna a esa institución.
En cambio, cuando hablamos en términos reales no estamos comparando directamente cantidades de dinero, sino lo que ese dinero puede comprar en términos de mercancías, bienes y servicios. Para hacer ese cálculo, utilizamos el IPC informado por el INDEC. Es decir, cuando comparamos el presupuesto en términos reales de una Universidad entre dos años determinados, lo que estamos comparando en el fondo es la cantidad de canastas de bienes y servicios que ese presupuesto puede comprar entre esos dos años. Este tipo de análisis es de gran utilidad, ya que, debido a la alta inflación que existe en nuestro país, en la mayoría de los casos todas las partidas presupuestarias aumentan año a año en términos nominales, es decir, en pesos. Pero esto no significa que ese presupuesto pueda adquirir más cosas, cómo lo experimentamos los trabajadores, que vemos cómo nuestros salarios nominales aumentan continuamente pero cada vez podemos comprar menos mercancías.
El dato del presupuesto nominal en pesos de cada Universidad Nacional lo hemos tomado del anexo al artículo 12 de cada una de las leyes de presupuesto de 2016 a 2021[4]. En el caso del año 2022, cómo aún no fue aprobada la ley de presupuesto, hemos consultado el proyecto de ley elaborado por el Poder Ejecutivo, publicado por Infobae[5]. Si comparamos los presupuestos nominales de cada Universidad, podemos conocer cómo aumentó el presupuesto en pesos a lo largo de los años. Por ejemplo, en el caso de la Universidad de Buenos Aires, el presupuesto total de los años 2020 y 2021 fue de $35.101.756.877 y $37.293.302.441 respectivamente. El aumento presupuestario nominal anual, en términos porcentuales, se calcula de la siguiente manera:[6]
Esto significa que el presupuesto en pesos de la UBA entre 2021 y 2020 aumentó en un 6,24%. Pero para saber qué quiere decir eso en términos del poder adquisitivo de ese presupuesto, qué puede comprar la UBA con ese dinero, es decir, para saber si el gobierno está defendiendo la educación pública o desfinanciándola, necesitamos poder comparar el presupuesto en términos reales. De manera intuitiva, es evidente que si el presupuesto aumentó en un 6,24% pero la inflación interanual del 2021 va a ser del 50%, efectivamente hay un ajuste en términos de lo que el presupuesto de la UBA puede comprar.
Pero vamos a calcular la magnitud de ese ajuste. Para eso vamos a utilizar el Índice de Precios al Consumidor que detallamos anteriormente. Si dividimos el presupuesto nominal de un año determinado por el índice de precios de ese año, obtenemos la cantidad de “canastas índice” que pueden adquirirse con el mismo. Si bien esa información no es demasiado útil en sí misma (¿qué significa que pueden comprarse tantas cantidades de canastas índice?), este cálculo nos permite comparar en términos reales el presupuesto de dos años distintos. Es decir, cuantos bienes y servicios pueden compararse en determinado año comparado con otro. En este caso:
Es decir que, si bien el presupuesto nominal del 2021 aumentó, el presupuesto real en realidad se contrajo en un 29,31%, ¡un ajuste brutal!
Cómo digresión, la fórmula anterior se puede reescribir aplicando propiedades matemáticas de la siguiente manera:
Es decir que otra forma de llegar al aumento real del presupuesto es calculando la diferencia entre el aumento nominal del presupuesto y el aumento de los precios, dividido por el aumento de los precios. Siempre que el aumento del presupuesto nominal sea menor al aumento de precios, el presupuesto real se va a contraer.
Para poder comparar los presupuestos reales de manera intuitiva, hemos recurrido al recurso de construir un índice de presupuesto real para cada Universidad. Esa operación consiste en calcular la variación del presupuesto real de cada Universidad para cada año, e igualar el presupuesto del 2016 (que en este caso oficia de año base) a 100, de la misma manera que para la construcción del Índice de Precios al Consumidor que vimos anteriormente:
Hacer esto nos permite hacer comparaciones de manera sencilla. Por ejemplo, si el presupuesto real índice de la Universidad de Buenos Aires en el 2021 es de 77, significa que es un 23% menor al del 2016. El aumento o caída del presupuesto real entre dos años se calcula de la siguiente manera:
Por ejemplo, nuevamente para la UBA, entre 2021 y 2020 el presupuesto real se derrumbó:
En el siguiente punto analizaremos los datos de presupuesto real de cada Universidad Nacional[7] entre 2016 y 2021 utilizando la metodología precedente y presentaremos las conclusiones alcanzadas.
El análisis de los datos
A continuación, presentamos la tabla con el presupuesto real de las Universidades Nacionales:
El año de partida, 2016, fue de un gran ajuste para las Universidades Nacionales, debido a que el reciente gobierno de Mauricio Macri decidió aumentar fuertemente las tarifas de servicios públicos, sin darle a las Universidades fondos adicionales para costear los aumentos. Ese ajuste disparó una lucha ejemplar, con cientos de miles de estudiantes y docentes movilizados en las ciudades más importantes del país y decenas de Facultades tomadas. Por ese motivo, consideramos que 2016 es un año base para la miseria presupuestaria. Es un año donde el presupuesto, de manera categórica, no alcanzó.
Analizando los números, podemos observar que en el año 2021 los presupuestos reales de las Universidades Nacionales se derrumbaron, en promedio, en un 27%. No hubo una sola Universidad que no recibiera un ajuste presupuestario. El gobierno decidió, aprovechando que había dictado el cierre de las Facultades en el marco de la pandemia, que funcionaran con tan solo un 9,6% de aumento en el presupuesto nominal ¡prácticamente el mismo presupuesto del año anterior en un país con una inflación en 2021 del 50%! Un recorte brutal. El gobierno pudo disimular este ajuste porque no hubo clases. Sin embargo, pudo evidenciarse en la negativa de las autoridades universitarias de facilitar medios de conexión para estudiantes y docentes, por el recorte de becas con la excusa de la cuarentena, y por el abandono al que se sometió a los miles de jóvenes que estudiamos en la universidad pública.
Para el presupuesto del año 2022, esto está muy lejos de revertirse. En total,el presupuesto le asigna un aumento a las Universidades Nacionales del 51,9%, prácticamente lo mismo que la inflación proyectada para el año que viene. Esto implica convalidar el ajuste del 2021. En otras palabras, el gobierno de Alberto Fernández quiere que el año que viene las Universidades funcionen con el presupuesto que tenían cuando estaban cerradas. Toda una metáfora de lo que significa para este gobierno ajustador la educación pública.
¿Cómo pueden entenderse estos números en perspectiva? Para que nos demos una idea, sólo 4 Universidades cuentan con un presupuesto mayor al que tenían en 2016, que, cómo vimos, fue un año de particular ajuste: Moreno, Avellaneda, Arturo Jauretche y José C. Paz. La Universidad Nacional de Chaco Austral tiene exactamente el mismo presupuesto real. El resto de las 47 Universidades consideradas para este informe tienen un presupuesto menor al del 2016. Con respecto al año 2016, el presupuesto del conjunto de las Universidades Nacionales es un 23,5% menor. Es decir, ¡casi un cuarto menos que durante el año del mayor ajuste de Macri! Y si comparamos con 2017, el segundo año de gobierno de Macri, es aún peor: solo la Universidad Nacional de José C. Paz cuenta con un presupuesto real mayor.
En el conjunto de las Universidades, el derrumbe presupuestario con respecto al 2020 es del 26%. Como se puede apreciar en el presente informe, el ajuste en las Universidades es profundo y generalizado. Entre 2020 y 2022, 5 Universidades tendrán un ajuste de más del 30%, 36 de más del 20%, 7 de más del 10% y sólo una, Chaco Austral (que está entre las 10 Universidades más pequeñas), tiene un aumento en términos reales. Es fundamental tener esto en cuenta, porque al momento de discutir el presupuesto las autoridades universitarias actúan en defensa de su institución y en complicidad con el ajuste en general. Por ejemplo, Alberto Edgardo Barbieri, el rector de la UBA, declaró que la Universidad más grande del país se vio “discriminada” en el reparto de los fondos[8].
El resultado de este informe es categórico: el ajuste presupuestario en la UBA o de cualquiera de las otras Universidades no es producto de ninguna discriminación o “redistribución de fondos”, sino parte de un plan de ajuste a la educación pública por parte de este gobierno con el propósito de pagar la deuda externa y llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El gobierno nacional pone en juego el futuro de millones de estudiantes para congraciarse con el imperialismo.
El 2022 será un año de enormes desafíos para el movimiento estudiantil universitario: luego de dos años de virtualidad, volveremos masivamente a las aulas. El presupuesto universitario está en pisos históricos. Será nuestra tarea organizarnos y ponernos de pie para enfrentar el ajuste del gobierno y del FMI.
A continuación dejamos el link al informe gráfico interactivo del presupuesto y a la tabla con todos los datos mediante los cuales se elaboró este informe. Podés filtrar por todas las Universidades que quieras para poder analizar la información en detalle.
¡Difundí este informe entre tus compañeros, compañeras y compañeres de cursada! Que todes les estudiantes se enteren del brutal ajuste del gobierno.
[1] Puede consultarse dicho informe, así como la serie histórica del IPC entre diciembre de 2016 y octubre de 2021 en https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-5-31.
[2] Los Informes del BCRA pueden consultarse en http://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Relevamiento_Expectativas_de_Mercado.asp.
[3] No se incluyó el dato de tasa de inflación del 2016 porque no está publicado en el citado Informe del INDEC. Para tener alguna referencia, la tasa de Inflación estimada por la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas fue del 35%. Puede consultarse el dato en https://www.facpce.org.ar/indices-facpce/.
[4] Pueden consultarse las leyes de presupuesto de cada año en la página oficial del Ministerio de Economía y Finanzas: https://www.economia.gob.ar/onp/presupuestos/presupuestos.
[5] Puede consultarse el texto completo en https://drive.google.com/file/d/1DVnOxCoo6VFX10abqEVRxFh9ebpxCV6W/view. El presupuesto de cada Universidad Nacional se encuentra detallado en la página 56 del “Anexo proyecto de Ley”, capítulo II, en la planilla anexa al artículo 12.
[6] Se resta 1 y se multiplica por 100 para transformar la comparación (la división) en una relación porcentual. Si no hiciéramos esas operaciones el resultado daría el número qué, multiplicado por el presupuesto nominal del 2020, nos da el del 2021, en este caso 1,0624. Es decir, el presupuesto nominal del 2021 es 1,0624 veces mayor al del 2020, o, lo que es lo mismo, un 6,24% mayor.
[7] Fueron excluidas del análisis, debido a que comenzaron a operar luego de 2016, las siguientes Unidades Académicas: Comechingones, Hurlingham, Alto Uruguay, Rafaela, San Antonio de Areco, Guillermo Brown, Pedagógica Nacional, Scalabrini Ortiz y Defensa Nacional.
[8]Citado en un artículo de Infobae del 25 de noviembre: https://www.infobae.com/educacion/2021/11/25/la-uba-rechazo-la-reduccion-en-el-presupuesto-universitario-que-preve-el-presupuesto/.