
El pasado miércoles 17 por la mañana, Lucas salió de entrenar junto a otros tres amigos que también juegan en el club. Trasladándose en el auto del papá de uno de ellos.
De la nada, un auto se les cruzó violentamente y dos individuos bajaron, sacados, con armas en mano… eran Policías de civil. El auto no tenía ningún tipo de identificación, era imposible saberlo.
Ante la desesperación de ver a estos deconocidos portando armas, los chicos pensaron que les querían robar e intentaron escapar.
Sin dudarlo, los brutos, los miserables, dispararon a matar, acabando con los sueños de jugar en primera de un chico de 17 años. Destrozando a una familia y a toda la 6ta de barracas central, que conoció por primera vez a ese nene de 16 años que quería tener la oportunidad de jugar en primera. De tener un futuro, una oportunidad.
Varios políticos se pasearon por los canales de televisión durante el último tramo de la campaña pidiendo «mano dura» y «balas». Los resultados de esa concepción saltan a la vista. No necesitamos mano dura sino mayores oportunidades, más clubes de barrio y políticas de inclusión social.
Y, sobre los monstruos que tiraron antes de preguntar, y que hoy quieren salvarse hablando de un falso enfrentamiento, debe caer la mayor condena judicial, social y política.
Hoy a las 19hs se realizará una movilización a tribunales exigiendo justicia por Lucas. Basta de gatillo fácil.
Quizás sea hora de que la chispa encienda la pradera.
Fuentes y referencias:
Gambeta, sonrisa y sacrificio: el recuerdo de los compañeros de Lucas González en la 6ta de Barracas Central – En: noticiasargentinas.com
Gatillo fácil: Cinco pruebas que comprometen a los policías que asesinaron a Lucas González – En izquierdaweb.com