Gatillo fácil: Cinco pruebas que comprometen a los policías que asesinaron a Lucas González

La familia y amigos de lucas han presentado pruebas contundentes que comprometen a los efectivos y comprueban que se trató de un caso de gatillo fácil.

0
30

El brutal asesinato de Lucas González está conmocionando al país desde que trascendió la noticia en horas de ayer. Lucas era un chico de Florencio Varela que jugaba en las inferiores de Barraca Central, reflejando la historia de tantos chicos que ven en el deporte una perspectiva de desarrollo personal.

Una ola de indignación cruzó el país alrededor de este caso de gatillo fácil, que muestra de manera brutal el accionar violento de las fuerzas de seguridad contra los chicos de los barrios populares. Hubo movilizaciones tanto al hospital El Cruce, donde fue internado de urgencia luego de ser herido en la cabeza, como en la comisaría n° 4 de Barracas.

Como reflejábamos ayer desde Izquierda Web, «Lucas salió de entrenar ayer junto a otros tres amigos que también juegan en el club. Trasladándose en el auto de su papá, en algún momento del trayecto un grupo de Policías de civil en un auto no identificado quisieron retenerlos supuestamente para identificarlos. Al ver a estos desconocidos portando armas, los chicos pensaron que les querían robar e intentaron escapar. La policía disparó y le produjo una grave herida en la cabeza a Lucas. Sus otros tres compañeros quedaron detenidos«.

Según el relato de los policías implicados, los hechos ocurrieron luego de que el auto en el que viajaban los jóvenes se negara a detenerse y esgrimieran un arma de fuego. Los medios amarillistas y de derecha se hicieron eco de este relato y salieron enseguida a defender a la policía, tergiversando los acontecimientos o hablando de «inseguridad» en abstracto, para proteger la violencia institucional que se llevó la vida de Lucas.

La familia de Lucas y los amigos rechazan completamente esta versión de los hechos sostenida por la policía y han presentado pruebas contundentes que comprometen a los efectivos y comprueban que se trató de un caso de gatillo fácil.

A dos días de los hechos, tanto el inspector general Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, todos agentes de la brigada de la comisaría vecinal 4D de la Policía de la Ciudad siguen en libertad pese a existir en el expediente demasiadas pruebas que los incriminan de forma contundente.

Cinco claves que comprometen a los policías

NO HUBO DISPAROS POR PARTE DE LOS JÓVENES: Está más que completamente demostrado que no hubo tiroteo; solo hubo disparos que partieron de las pistolas de los policías, lo que debería desprenderse del examen balístico de las armas peritadas a los policías. En la escena, peritos de la Policía recolectaron cinco vainas servidas y todas eran calibre 9 milímetros, como las de las armas reglamentarias de los policías porteños implicados.

LA POLICÍA PLANTÓ UN ARMA: La familia y los tres adolescentes que viajaban con Lucas en el auto aseguran que la Policía de la Ciudad «plantó» la réplica del arma hallada dentro del Volkswagen Suran de las víctimas. Se trata de una réplica de revólver calibre 38, hallada en el piso del asiento trasero, del lado derecho, detrás del asiento del acompañante donde iba sentado Lucas.

EL AUTO DE LA POLÍCÍA NO TENÍA PATENTE NI SIRENA: El auto en el que estaban los policías, modeli Nissan Tiida tipo sedán color champagne no tenía patente ni llevaba la sirena encendida. Tampoco tenía baliza luminosa en el techo. Es decir que no había indicación alguna de que era un móvil perteneciente a la policía.

EL VIDEO DE LAS CÁMARAS DE SEGURIDAD: El juez menciona en su resolución un único video de una cámara de la Ciudad de Buenos Aires con la lente averiada que solo captó, de manera parcial, la secuencia de la persecución de los policías pero no los disparos.

El informe indica que la cámara del gobierno porteño «con la lente averiada» sólo captó «de manera parcial» la interceptación de los policías a los chicos. El juez Cilleruelo comparó la maniobra de los efectivos con “un asalto” y no con un procedimiento para identificar autos y personas.

LOS TESTIGOS: Los tres chicos que iban con Lucas en el auto, además de sus familiares, relataron a la prensa lo irregular que fue el operativo. Venían de entrenar en el club Barracas Central, pararon en un kiosco a comprar un jugo para refrescarse, subieron al auto, fueron interceptados por un vehículo, del que bajaron tres hombres armados a los que creyeron ladrones.

Ellos fueron a entrenar y cuando salen los intercepta un auto, que no tiene identificación de nada, se bajan tres personas apuntándoles y ellos se escapan, y ellos (los policías) arrancan a los tiros”, relató el papá del chico que conducía el auto.

El joven que manejaba se detuvo al ver policías uniformados en una esquina, desesperado mientras Lucas se desangraba en el auto. Intentando explicarles que les quisieron robar, los policías uniformados terminaron deteniéndolos a ellos. “Mi hijo sólo quería que lo asistan al amiguito que se le estaba muriendo arriba de las rodillas”, dijo el padre del joven ante los medios.

Cintia López, la mamá de Lucas, también habló en los medios y desmintió la versión policial: «Lucas había salido de entrenar con sus amigos del barrio, de Florencio Varela, que iban a probarse a Barracas Central, donde él juega hace años. Cuando salieron de entrenar pararon a comprar un jugo (la señora del quiosco nos dijo que los vio bien, contentos y escuchando música)”.

Movilización

Este lunes a las 19hs se realizará una movilización a tribunales exigiendo justicia por Lucas.

RESPONDER

¡Por favor ingresá tu comentario!
Nombre