La inflación correspondiente al mes de octubre rondará nuevamente el 3%, con grandes posibilidades de que esté por arriba de ese número, según distintas consultoras privadas.
Como parte de la aceleración que los aumentos mostraron a partir de septiembre, luego de cinco meses de caída, el número de octubre volverá a mostrar precios fuertemente al alza, principalmente en el rubro de alimentos y bebidas, el de mayor ponderación.
De confirmarse estas estimaciones, el total acumulado en el año rompería la barrera del 40%, así como llegaría a un 55% a nivel interanual, aproximadamente. Esto significa que no sólo nos seguimos alejando de la proyección original del 29% hecha por Guzmán, sino que también quedamos a las puertas de alcanzar la «segunda meta» corregida por el Ministerio de Economía, que ubicaba la inflación de 2021 en un total de 41%
Además, octubre tiene la particularidad de haber sido el mes en el que la Secretaría de Comercio estableció el congelamiento de los precios de más de 1400 productos. Hay que decir que la medida comenzó a regir recién el día 20 de ese mes, por lo que su impacto real podrá verse más nítidamente en noviembre.
No obstante, fuentes consultadas por el diario La Nación aseguran que luego de las elecciones de septiembre hubo una aceleración en los ritmos de aumentos de precios porque muchos empresarios se «cubrieron» ante una medida como el congelamiento que luego efectivamente llegaría. Si eso es así, significa que el efecto inicial del congelamiento probablemente haya quedado neutralizado por aquellos aumentos «preventivos».
Sin embargo, las consultoras que midieron la inflación de octubre notaron que a partir del día 20 se registra una desaceleración en los aumentos, en la medida en que empezaron a sopesar los productos que son parte del congelamiento.
De todos modos, el resto de los ítems de la economía que no forman parte de dicho programa registraron aumentos iguales o superiores a los que venían teniendo, principalmente rubros como salud o indumentaria. Por lo que está claro que, como hemos dicho en su momento, el congelamiento de precios no puede ser una medida efectiva contra la inflación en tanto no se afecte la propiedad privada.